¿Sabía que el coste de las tareas de la cocina es responsable de alrededor del 10 por ciento del consumo medio de gas y electricidad en un hogar?
Teniendo en cuenta algunos factores, sin necesidad de cambiar la forma de cocinar, se puede ahorrar mucho dinero en las facturas energéticas.
Hay hogares que apuestan por adquirir un monitor de energía, que controla e informa en todo momento del gasto de luz y gas que se está realizando en el hogar. Los modelos más modernos incluso llegan a ofrecer información sobre qué habitación de la casa u electrodoméstico es el responsable de cada porcentaje de uso de las energías. Pero por supuesto no todos los hogares cuentan con un monitor de energía, tanto por la inversión que hay que hacer para pagar su precio al comprarlo como por la inversión de ajustar la instalación de electricidad y de gas para poder usar las funciones que ofrece. En todo caso, aún sin un aparato que monitorice el gasto en las facturas, es bien sabido que la tarea de cocinar es una fuente importante de consumo, sobre todo cuando se combina la vitrocerámica con el horno.
Si se pidiera un ranking u orden de cuál es el electrodoméstico de mayor eficiencia energética, el primero en la lista sería el horno de microondas, seguido de la vitrocerámica y en último lugar el horno. Por esta razón, muchas personas optan por adaptar sus tareas de cocina al uso del horno de microondas. Sin embargo, ofrece una serie de limitaciones que son los suficientemente grandes como para optar por esta opción como la principal.
Para ahorrar con el uso de la vitrocerámica existe una serie de premisas que es muy fácil de seguir y que apenas altera nuestras costumbres. Aquí están detallados los principales consejos sobre cómo ahorrar con la vitrocerámica:
También puede implementar en su cocina varias ideas sencillas para ahorrar en sus facturas, como asegurarse de hervir siempre la cantidad de agua que realmente necesita (para té, café, cocinar…). Y normalmente es más barato hacerlo con un hervidor específico de agua que usando una cacerola en la vitrocerámica. Si va a usar el horno, procure no abrirlo de manera innecesaria, pues gran parte del calor generado se escapa hacia fuera y después se requiere de más energía para recuperar ese calor perdido. Para ello es importante mantener la puerta limpia para poder ver bien a través del cristal si el alimento está listo.
Otro consejo sobre cómo ahorrar es usar vidrios o elementos de cerámica para cocinar en el horno, pues reducen la temperatura necesaria. O directamente usar pinchos de acero inoxidable para cocinar trozos de carne y patatas: ofrecen una mayor superficie de recepción de calor en el alimento y no se quedan apenas con parte del calor generado en el horno.
Corte los alimentos en trozos más pequeños: de esa manera cocinará más rápidamente. La función del ventilador del horno es una buena idea para lograr un calor uniforme por todo el espacio. Y recuerde que antes de que el alimento esté totalmente hecho, es conveniente apagar el electrodoméstico, pues seguirá reteniendo la temperatura necesaria para terminar con la tarea.
Cuando vea que es necesario comprar una nueva vitrocerámica u otro electrodoméstico, recuerde analizar bien su etiqueta de eficiencia energética. Los fabricantes catalogan sus aparatos según lo eficientes que son usando los recursos (electricidad, gas, agua, detergente y otros productos…). Se hace una clasificación en función de letras y símbolos. Por ejemplo, un aparato catalogado con una A, puede a la larga suponer un gran ahorro comparado con un catalogado con una D. Aunque su precio sea más caro.
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